Todos los sabios y maestros de la humanidad nos enseñan que la verdad y la auténtica felicidad está dentro de cada uno de nosotros y quien nos la puede dar es el Ser interior, Dios, el Padre o Espíritu Divino que todos llevamos dentro. Para lograr ese propósito el alma que generalmente lleva una vida común y corriente sin ninguna trascendencia, necesita conocerse a sí misma y emprender un camino hacia adentro.
Como todo viaje es necesario saber en qué estado o nivel de conciencia se encuentra. Para ir escalando distintos niveles es fundamental primero conocer nuestro origen como especie y saber en qué situación emocional, mental y psicológica nos encontramos como humanidad en estos momentos de crisis mundial.
Empecemos primero por conocer el comportamiento del reino animal irracional. Todo animal en su instinto natural en el proceso de la evolución de las especies según la ley de la selección natural del más fuerte, según Darwin, tiene conductas que los caracteriza, las cuales son: marcar un territorio que lo considera suyo, tener dominio sobre las hembras de la manada, luchar a muerte por mantener su jerarquía sobre los demás y el privilegio sobre la comida y usa el sexo como instrumento de poder y se utiliza la violencia como forma de mando. Cuatro aspectos en el mundo animal, lucha por el poder, dominio de un territorio y querer invadir el de otros, sexo y violencia.
En los documentales sobre la vida animal en la selva y en las grandes sabanas del África, todos están siempre alertas al peligro constante, pendiente de tragar y no ser tragado.
Los científicos que han estudiado por muchos años especialmente a los simios, a los chimpancés, dicen que compartimos con ellos el 98% de los genes y que muchos de sus comportamientos son muy similares con los de los seres humanos. La ciencia nos clasifica biológicamente como una especie que pertenece al reino animal racional o animales pensantes o intelectuales.
Nuestros antepasados hace 50.000 o 100.000 años cuando andábamos en busca de alimento en medio de peligros por los depredadores o de otro grupo de aborígenes que nos pudiera atacar, en medio de todo eso y en busca de la supervivencia estamos predispuestos a imaginar lo peor al oír un ruido extraño o miedo la oscuridad y nos preparábamos para luchar o huir.
Pelear o escapar, este es un antiguo mecanismo de respuesta que cargamos como medio de protección para la supervivencia. Ese aspecto que nos impulsa a reaccionar en forma violenta y equivocada con nosotros mismos y con los demás es el ego.
Para trascender el reino animal y entrar en Reinos Superiores, esta institución nos brinda sin costo alguno la filosofía y psicología con la cual podemos conocer y comprender todo aquello que no nos permite ser felices y además despertemos todos esos valores espirituales que llevamos dentro. Los invitamos a comunicarse con nosotros y seguir estas enseñanzas, las cuales las iremos profundizando gradualmente.
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